El cierre de 2024 pinta un panorama económico que prevé un incremento en el déficit fiscal (ingresos menos gastos) a causa de una baja en la recaudación tributaria y un aumento en el gasto público.
La previsión la realizó el Observatorio Económico y Social (OES) de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA) en su informe de análisis de coyuntura fiscal a agosto de 2024.
“En general, el gasto público ha crecido un 0,3% con respecto al Producto Interno Bruto (PIB), mientras que los ingresos se redujeron en 0,2%. En la combinación de ambas situaciones se alcanzó un 0,5% del PIB adicional de déficit en los primeros ocho meses de este año, en comparación de los primeros ocho meses del año anterior”, manifestó Fernando Rodríguez, coordinador del OES.
Es a partir de ahí que se establece que el déficit financiero se ubicaría entre un 3,8% y un 3,9% al cierre de año.
Esta situación a su vez incide en el crecimiento que ha venido experimentado el superávit primario (que no considera el pago de los intereses de deuda pública). A agosto de 2023 este indicador registraba un superávit del 1,38% del PIB, que se redujo a un 0,89% para este periodo de análisis.
Por tanto, la expectativa es que se ubique entre un 1,1% y 1,2% del PIB al finalizar el 2024.
Esta situación confirmaría que la deuda del Gobierno central se ubicaría alrededor del 61%., manteniendo este porcentaje dentro de la fase más restrictiva de la regla fiscal.
De nuevo, el Observatorio hace un llamado a los distintos actores económicos a que definan una política pública que reduzca el costo del financiamiento de la deuda pública, “en vista de que el país está consumiendo una cantidad cada vez mayor para el pago de intereses, que podría alcanzar el 5% del PIB, a pesar del esfuerzo fiscal que se ha hecho”, indica el análisis.
Baja recaudación, gasto aumentan
Al colocar la lupa sobre el comportamiento estatal en ingresos y gastos, se explica el resultado obtenido y la previsión que plantea el OES.
Considerando los periodos enero-agosto se establece que, por segundo año consecutivo, los ingresos totales respecto al PIB vienen disminuyendo. Mientras que al 2024 fue de 9,77%, el año anterior alcanzó un 9,99%.
La recaudación del impuesto a los ingresos y utilidades (renta) es el que ha impactado en mayor medida el resultado, con una reducción del 0,29% respecto año precedente. “la explicación de lo sucedido yace principalmente en el componente a las personas jurídicas, que se redujo en la liquidación de marzo con respecto a lo pagado el año anterior. En el caso de personas físicas, se había presentado una caída debido al congelamiento salarial en el sector público; no obstante, este componente creció luego cuando se aplicó el ajuste retroactivo”, explica el informe.
A diferencia del impuesto a los ingresos y utilidades, el de Valor Agregado (IVA), el segundo que más aporta a la recaudación tributaria, mostró una estabilización al registrar el mismo porcentaje respecto al PIB este año en comparación con los dos primeros cuatrimestres del 2023 (se ubicó en 3,26%).
El impuesto que sí mostró un crecimiento a agosto 2024 fue el selectivo de consumo. Este pasó de un 0,29% del PIB en el periodo enero-agosto 2022, a un 0,38% el año pasado y ahora a un 0,43%.
“Esto se explica por una mayor importación de vehículos desde finales del año anterior. El mayor aporte del selectivo de consumo proviene de lo cobrado en aduanas, que alcanza un 0,42% del PIB en los primeros ocho meses del 2024, con un crecimiento interanual de 16,39%”, destaca el análisis.
Este crecimiento en la importación de vehículos beneficia la recaudación que registran tanto el IVA como el selectivo de consumo, impulsada además por la caída en el tipo de cambio y en la estabilidad de las tasas de interés.
En el rubro de “otros ingresos tributarios” los más representativos son el de impuesto único a los combustibles y el de propiedad a los vehículos que muestran una reducción, pasando de 1,63% del PIB a 1,60% a agosto 2024.
La situación del impuesto a la propiedad muestra un comportamiento particular. Mientras que el año anterior crecía un 18,43%, a agosto de 2024 decreció un 6,39% interanual. “Es probable que luego de la reforma que se hizo el año anterior (aprobada en la Asamblea Legislativa que recalculó este impuesto en el pago del marchamo), el aporte confirme la tendencia a reducirse al cierre de año, lo que contribuirá a la caída de los ingresos tributarios en general”, reza el texto.
Situación contraria a la que muestran los ingresos en general, los gastos más bien reportan un crecimiento. Estos pasaron de un 12,01% del PIB de enero-agoto 2023 a un 12,32% en enero-agosto 2024.
Los gastos corrientes aumentaron de 11,29% a 11,47%. Para el Observatorio, es destacable en este rubo que las remuneraciones hayan tenido un incremento por el pago del ajuste retroactivo a los trabajadores del sector público.
Sin embargo, la partida de más crecimiento es la de pago de intereses de la deuda pública, que alcanzó un 3,44% del PIB a agosto y que podría alcanzar otro nivel máximo histórico al término del 2024.
Otros rubros, como el de transferencias al sector público y los gastos de capital también mostraron un ascenso.
Para El Observatorio Económico y Social de la UNA la posibilidad de aplicar un ajuste fiscal por el lado del gasto “se acabó”. “Muchos rubros de gasto urgen de una mayor asignación de recursos, como es el caso de la educación, la seguridad pública, la inversión en infraestructura y los programas de ayudas sociales, a fin de evitar un mayor deterioro social”, indica el análisis.
Source
Guillermo Solano Gutiérrez